El Campo de Golf de el Parador de El Saler, ejemplo de gestión sostenible de los recursos hídricos

·       El 100% de las aguas consumidas en el complejo son depuradas y reutilizadas para el riego del campo de golf, junto con el 100% de las aguas pluviales 

·      El terreno dispone de medidores de humedad y una sectorización de la red de aspersores para optimizar al máximo los riegos

·      Está sembrado con una hierba autóctona adaptada al clima local que no necesita agua ni siegas en invierno

Situado en un privilegiado paraje natural entre La Albufera y el mar Mediterráneo, el Campo de Golf de El Saler se ha convertido en todo un ejemplo de gestión de los recursos hídricos fruto de la irrefrenable implementación de sucesivas estrategias de sostenibilidad en aras a lograr la máxima eficiencia hídrica. Una política que transforma la percepción tradicional de estas instalaciones, destacando su compromiso con una gestión eficiente y responsable del agua.

El 100% de las aguas consumidas en el complejo del Parador valenciano son depuradas y reutilizadas para el riego del campo de golf, junto con el 100% de las aguas pluviales que son recogidas para este fin. Así mismo, para lograr una mayor eficiencia, el recorrido cuenta con medidores de humedad con aplicaciones con el fin de ajustar al máximo la aportación de agua a las necesidades hídricas requeridas y evitar el sobreconsumo, y existe una sectorización de la red de aspersores para optimizar los riegos por zonas en función de la demanda del terreno.

Hierba autóctona adaptada al clima

Además, con el fin de utilizar menos recursos hídricos y productos fitosanitarios, la hierba del campo es una bermuda autóctona (Cynodon dactylon) que está adaptada al clima local, por lo que no necesita ni agua ni siegas en invierno y requiere muy pocos tratamientos.

De igual forma, las duchas de los vestuarios del golf cuentan con un dispositivo mediante el cual el agua no sale hasta que no está caliente a la temperatura marcada, desviándose dicha agua fría a un depósito desde el que se abastecen las cisternas.

Pero las políticas sostenibles del Campo de Golf de El Saler no se limitan al uso y control del agua de manera responsable y eficiente, sino que son numerosas las acciones en materia de sostenibilidad en diferentes ámbitos por las que estas instalaciones son un auténtico modelo.

Las pasarelas en las instalaciones, las arquetas y parte del mobiliario están hechos con plástico reciclado proveniente de los plásticos recogidos en la playa de El Saler y redes marinas de pesca abandonadas y los caminos están elaborados con caucho reciclado.

Energía 100% renovable

Además, toda la energía eléctrica que se consume es de origen 100% renovable. El Parador cuenta con una instalación fotovoltaica con placas solares colocadas en su cubierta para aprovechar la gran cantidad de horas de sol. Una energía que se utiliza para calentar el agua sanitaria del Parador, el spa, el cargador de los buggies, coches eléctricos y carritos eléctricos que dan servicio al campo de golf y transportar el agua para el riego. Las farolas son recargables de energía solar y contienen la contaminación lumínica.

Así mismo, de cara a reducir la generación de residuos, el Parador promueve la recogida tanto de las bolas como de los tees rotos o dañados para su posterior reciclaje o reacondicionamiento.

De cara a preservar el entorno, desde el Parador se lleva a cabo una fuerte campaña de sensibilización a través de cartelería a jugadores y visitantes en general de las instalaciones.

Las acciones se completan con campañas de actividades medioambientales con los alumnos de la Escuela de Golf, con campañas de limpieza de residuos, eliminación de plantas foráneas invasoras, plantaciones autóctonas, para lo que se cuenta en los hoyos 9 y 18 de sendos reservorios de semillas de plantas en vías de extinción únicos en España para ser trasplantadas y repoblar otros lugares, y la regeneración del cordón dunar en la playa del Parador.

La obra maestra de Javier Arana

El campo de golf del Parador de El Saler se ha consolidado dentro de la élite mundial de recorridos para la práctica de este deporte. Las instalaciones levantinas, enclavadas en pleno Parque Natural de La Albufera a orillas del Mediterráneo, son uno de los recorridos mejor valorados del mundo por jugadores profesionales, aficionados, instituciones y prensa especializada, y, entre otros reconocimientos, el año pasado fue proclamado como el mejor campo de Europa Continental en relación calidad precio.

 Construido en 1968, está considerado la obra maestra de Javier Arana, a quien se tiene como el gran arquitecto del golf español y reconocido internacionalmente. Su diseño tuvo en cuenta su integración en el paisaje dunar protegido (plantas alóctonas como sus famosas “uñas de fato”) y su recorrido presenta zonas diferenciadas desde los links playeros, similares a los de los campos de golf escoceses, a zonas de típico bosque mediterráneo con pinos centenarios. Su recorrido total es de 6.355 metros, repartido en 18 hoyos cuyo par es de 72 golpes. El club dispone de escuela de golf, campo de prácticas, 3 putting greens, 2 greenes de aproach, pro-shop, alquiler de palos, carros y coches eléctricos, restaurante y snack bar.